Así vivimos la gran celebración del Día del Campesino, una jornada cargada de gratitud, tradición y profundo amor por la tierra.
Desde San Fortunato, San Rafael, Bradamonte y San Benito recorrimos caminos de tierra fértil y corazones generosos. Nos encontramos con rostros que hablan de esfuerzo, de madrugadas infinitas, de historias que florecen junto a cada cosecha y del inmenso orgullo de ser campesinos.
Hoy no solo conmemoramos una fecha: rendimos homenaje a quienes hacen posible lo esencial la vida que nace del campo.